Empezamos con el traje técnico, la chaqueta, los pantalones y el casco. El estilo robusto de la moto se trasladó a la ropa. Pasamos de la moto en 3 dimensiones, al tejido que es bidimensional. Así que pasamos de alternar curvaturas grandes y pequeñas en la moto a cortes limpios y líneas suaves en la ropa. 

Se nota inmediatamente que el blanco domina la colección, así como la moto.

El blanco tiene un importante valor histórico: los pilotos de rally de los años 90 llevaban chaquetas de color claro porque reflejaban más el sol.

Además, en aquella época no contaban con los tejidos técnicos de los que disponemos hoy en día, por lo que en el desierto era una característica realmente importante. 

A primera vista es una prenda muy esencial, blanca, gris con un toque de color.

Pero cuando te adentras en los detalles te das cuenta de la riqueza de los mismos y de la elección de los materiales técnicos.

Incluso en la ropa el estilo se ha guiado por la funcionalidad. La chaqueta es el ejemplo perfecto.

Las mangas son desmontables, lo que permite una mayor libertad de movimientos en la conducción off-road.

Los bolsillos delanteros son grandes y se inspiran en las mochilas de viaje utilizadas en el mundo del enduro. El bolsillo trasero es asimétrico para facilitar su apertura. 

Ver las primeras imágenes de Antoine con estas prendas y saltando por las dunas en el DesertX fue realmente emocionante.

Con la nueva DesertX creemos que hemos conseguido un diseño completamente nuevo, fuera del tiempo y de la moda.