El legendario Erzbergrodeo atrae desde hace más de 25 años a entusiastas del off-road de todo el mundo. Cuatro días de adrenalina y esfuerzo en una competición abierta a motos monocilíndricas y bicilíndricas que cuenta con más de 1200 inscritos.
Ducati participó en la edición de este año, dominando en la categoría reservada a las twins con la DesertX montada por el multicampeón del mundo de enduro y campeón europeo de supercross Antoine Meo, junto con Patrick Neisser, especialista en enduro y cross-country.
El Iron Road Prologue es la competición en la que todos los corredores inscritos en el “Rodeo”, más de 1200 de ellos, intentan clasificarse para el evento principal. La carrera se desarrolla en dos sesiones, durante las cuales los monocilíndricos y bicilíndricos se enfrentan en un trazado caracterizado por un ascenso ultrarrápido (más de 600 metros de desnivel positivo en 13,5 km). Un espectáculo digno de contemplar, se ha convertido a lo largo de los años en una de las carreras más reñidas y más esperadas del evento.
En la carrera de clasificación del viernes, Meo tenía una buena ventaja de 12 segundos sobre sus rivales, mientras que en la segunda manga del sábado, que transcurrió sobre una superficie que las numerosas motos habían hecho más complicada, su ventaja sólo aumentó a 20”.
La DesertX demostró su actitud deportiva en un recorrido que demostró la validez del chasis Ducati, puesto a prueba en los desafiantes caminos del gigante de hierro.
El otro formato de carrera, el Mitas Rocket Ride, involucró dos sesiones cronometradas de las cuales los 48 corredores más rápidos avanzaron para luchar en rondas de seis desde la línea de salida, estilo MX, con eliminación directa para los tres últimos.
Antoine Meo corrió con verdadera determinación en la clasificación, quedando decimosexto entre 277. Luego consiguió un segundo puesto en octavos de final, un tercer puesto en cuartos de final y un segundo puesto en semifinales. Estos resultados permitieron al fenómeno francés clasificarse para la Superfinal, siendo el único participante de bicilindros en hacerlo, en la que él y la Ducati DesertX terminaron sorprendentemente cuartos en la general.
La DesertX es la primera Ducati de la historia equipada con una rueda delantera de 21” y una trasera de 18”. Está diseñada para afrontar incluso las rutas off-road más difíciles, razón por la cual Ducati lo eligió para competir en una de las competiciones off-road más reconocidas del mundo.
Para afrontar el Erzbergrodeo, la DesertX conducida por Antoine Meo fue modificada para mejorar aún más su actitud off-road. La horquilla y el monoamortiguador son los mismos que los del DesertX Rally, utilizando esta competición como campo de pruebas. En cuanto a los neumáticos, la elección recayó en el Metzeler Six Days Extreme, diseñado específicamente para carreras de enduro extremo. La DesertX también se benefició del escape de competición Termignoni y de la placa protectora del motor, que se ofrecen como accesorios originales en el catálogo Ducati Performance.