Nació el 25 de abril de 1874 en Bolonia y fue hijo de Giuseppe Marconi y Annie Jameson. A los 18 meses se trasladó a Pontecchio Marconi, donde habría vinculado indisolublemente su vida a los lugares de los primeros Apeninos boloñeses.
Marconi es universalmente conocido como el descubridor de la transmisión de radio inalámbrica.
En Livorno, la madre de Marconi presentó a su hijo al profesor de física Vincenzo Rosa, el hombre que encaminó al joven Guglielmo al conocimiento de las ondas electromagnéticas, que acababa de ser descubierto por Hertz en 1891.
En 1895, a la edad de 21 años, Marconi tuvo éxito en el famoso experimento de transmisión telegráfica inalámbrica desde la villa familiar de Pontecchio y allanó el camino para la transmisión de radio moderna. Sin embargo, el Estado italiano no consideró interesante el descubrimiento del joven boloñés, por lo que su madre (que era de origen inglés) pudo obtener importantes pedidos de trabajo en Inglaterra. Marconi se mudó a Inglaterra y permaneció allí hasta 1926, aunque regresó ocasionalmente a Italia. El eco de sus descubrimientos y la gran fama que se le atribuyó hicieron posible que fuera galardonado con el Premio Nobel de Física en 1909.
En los años de la Gran Guerra e inmediatamente después, la popularidad de Marconi alcanzó el extranjero, convirtiéndolo en un hombre muy famoso.
Guglielmo Marconi regresó a Italia en 1926, para recibir un laurea honoris causa o título honorífico en Bolonia, y se estableció definitivamente en Roma. Sus patentes se extendieron por todo el mundo y en 1931 fundó Radio Vaticana. Mientras tanto, pero con fines meramente propagandísticos, el fascismo exaltó la figura de Marconi, transformándolo en un verdadero ídolo. Este antecedente, tras el fin de la dictadura fascista, puso en mal lugar la figura del científico italiano.
Guglielmo Marconi murió el 20 de julio de 1937 y fue enterrado en Pontecchio, donde comenzó la increíble aventura de la radiodifusión.