Miguel Angel Galluzzi nació en Buenos Aires en 1959 y siempre ha tenido en la sangre una pasión por los motores y una atracción casi visceral por las motos. Su padre, su tío e incluso sus abuelos eran pilotos.
Monster, su proyecto más famoso, le permitió adentrarse en la historia del motociclismo por derecho propio.
Comenzó a estudiar ingeniería en la Universidad de Miami (Florida), pero a los dos años descubrió que había una escuela de diseño en Pasadena (California) y se matriculó allí. Su primer trabajo en el mundo de la automoción, para la empresa alemana Opel, le llevó a instalarse en Europa. Luego aceptó la oferta de Honda, que tenía la intención de abrir un laboratorio de diseño en Milán, por lo que se mudó a la capital de Lombardía.
Durante este trabajo vio una foto de una Ducati F1 sin carenado. Era la versión tricolor de 1988 y esta imagen lo inspiró a crear la que consideraba su moto ideal. Abandonó el diseño de automóviles para dedicarse al de las motocicletas.
Durante sus vacaciones en 1991, tomó el chasis de una Ducati 851 y un motor Ducati de 900 cc, los ensambló y creó un prototipo.
Gracias a su insistencia, Ducati produjo una pequeña serie de mil unidades y después de más de diez años, Monster sigue siendo el modelo Ducati más vendido. Para Galluzzi, una moto debe hacer soñar a la gente y, por lo tanto, todo motero debe sentir que su moto es exclusiva.