El motociclista solitario.

La aventura en solitario al Océano Ártico.

Rodando la Multistrada V4 S con Óscar García para descubrir Canadá.
Del Medio Oeste al Ártico: solo hasta Tuktoyaktuk.

En el verano de 2024, decidí desafiarme con un viaje que había soñado durante mucho tiempo: llegar al Océano Ártico en motocicleta. Solo, partí desde el Medio Oeste de Estados Unidos a bordo de mi Ducati Multistrada V4, enfrentando un viaje de casi 13,000 kilómetros ida y vuelta. El destino final fue Tuktoyaktuk, una comunidad inuvialuit en el norte de Canadá, donde termina el camino y comienza el océano congelado. 

El viaje me llevó por praderas, montañas, ríos, cientos de kilómetros de caminos de tierra y condiciones difíciles, especialmente a lo largo de la Dempster Highway. Pero valió la pena.
El momento que más me impresionó fue al llegar a la orilla del Océano Ártico, bajarme de la moto y encontrarme inmerso en un paisaje surrealista, recibido calurosamente por la comunidad local mientras observaba a las ballenas beluga emerger de las frías aguas.

Una experiencia intensa y real que dio sentido a cada kilómetro recorrido y convirtió este viaje en uno de los más significativos de mi vida.

Las etapas

De Minneapolis a Regina, Saskatchewan.

El primer día fue un largo recorrido a través de las llanuras abiertas del Medio Oeste. Fue un tramo tranquilo de horizontes amplios y cielos infinitos, una introducción perfecta a la inmensidad del viaje que me esperaba. 

De Regina a Edmonton, Alberta.

El calor se volvió opresivo, con temperaturas extremas que pondrían a prueba a cualquier viajero. Pero la Multistrada demostró su valía: comodidad, estabilidad y confiabilidad incluso en los tramos más monótonos y desafiantes. 

De Edmonton a Grande Prairie, Alberta.

Las primeras curvas de verdad. Aquí comenzó la transición hacia las montañas. Caminos más técnicos, subidas, bajadas: la Multistrada enfrentó cada curva cerrada con la misma facilidad que en la autopista, demostrando todo su equilibrio entre deportividad y turismo. 

De Grande Prairie a Whitehorse, Yukon.

Cruzar el norte de Columbia Británica fue impresionante. Bosques, lagos, fauna y una creciente sensación de aislamiento. Aquí el paisaje comienza a contar otra historia, la del Gran Norte. 

De Whitehorse a Dawson City, Yukon.

Una etapa corta pero llena de paisajes. Caminos pintorescos y un ritmo más relajado para prepararme para la parte más dura del viaje: la legendaria Dempster Highway. 

De Dawson City a Inuvik (Dempster Highway).

Más de 1,100 kilómetros de tierra, grava profunda, lodo, cruces de ríos y cero margen de error. La Dempster Highway es una prueba para cualquier vehículo — y para quienes la recorren. La Multistrada respondió con confianza, demostrando que estaba a la altura incluso en las condiciones más difíciles. 

De Inuvik a Tuktoyaktuk, en el Océano Ártico.

El último tramo hacia el océano fue corto pero emocionante. El camino termina ahí, donde el continente se encuentra con el mar congelado. Al llegar a Tuktoyaktuk, fui recibido calurosamente por la comunidad inuvialuit, que me permitió presenciar un momento único: la tradicional cacería de ballenas beluga, un antiguo ritual lleno de significado. 

Pasaporte de viaje.

Multistrada V4 S

Multistrada V4 S, para quienes aman viajar.

Con la Multistrada V4, cada viaje se convierte en una experiencia de manejo sin concesiones.

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