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Episodoi 2
Casey Stoner

Entrevista a Casey, octubre de 2018

El nombre Casey Stoner no necesita presentación. En los últimos años, el bicampeón del mundo australiano ha optado por ser más Casey y menos Stoner, para construir la dimensión profesional que le ha permitido conciliar la vida privada, los ritmos sostenibles y los compromisos del motociclismo. Es un equilibrio que se nota de inmediato al conocerlo. Casey es exactamente como parece: un individuo genuino y amable, maduro más allá de sus años, que antepone el respeto y la justicia a todo lo demás, incluso si en el gran mundo de MotoGP su naturaleza reservada y sus elecciones a menudo parecen poco convencionales. Tuvimos una larga charla informal con él sobre los aspectos más personales de su relación a largo plazo con las motocicletas y su emocionante regreso a Ducati. Esto es lo que nos dijo.

Tu familia te animó y apoyó mucho; tu padre siempre estuvo a tu lado durante toda tu carrera. ¿Qué fue lo más importante que aprendiste durante esos años?

Bueno, como empecé tan joven, obviamente fueron mis padres quienes me subieron a la moto por primera vez, con un fuerte deseo de verme hacerlo bien. Esto me enseñó que no se llega a ningún lado en la vida sin tener a alguien de tu lado: un padre, un buen amigo o un padrino. Tu pasión compartida te une y eso te ayuda a alcanzar tus metas en la vida.

Corriste y competiste en pistas de tierra hasta los catorce años, ¿verdad? ¿Influyó esto en tu estilo de carrera, sobre todo cuando subiste al nivel de MotoGP?

En Australia, solo se puede correr en pista de tierra o motocross hasta los catorce años. No hay minimoto ni nada por el estilo, como en Europa. Sin embargo, aprendí mucho conduciendo fuera de la carretera. Luego, cuando comencé a competir en carretera, me llevó varios años ganar la misma confianza que los pilotos europeos. Pero cuando pasé a las categorías más potentes, se volvió más fácil para mí porque podía solucionar los problemas de tracción delantera utilizando la potencia de la parte trasera.

¿Tenías un héroe en particular, un corredor que realmente te inspiró?

Mick Doohan siempre ha sido mi modelo a seguir, desde que era muy joven. Incluso antes de ser Campeón del Mundo y antes del accidente que le destrozó la pierna. El hecho de que regresara, ganara carreras y dominara durante mucho tiempo me reconfirmó que era el mejor corredor de todos los tiempos: era el tipo de persona que quería emular. Incluso corrimos juntos. ¡Fue un gran privilegio conocerlo!

Casey, tu padre era corredor y tu hermana mayor también corría cuando era joven. ¿Tu pasión por las motos es algo que heredaste de tu familia?

Si, mas o menos. Mi padre solía preparar motos y correr, pero no a nivel profesional. Y mi hermana solía competir cuando era muy pequeña, pero luego renunció. Luego, fue mi "turno" para representar a la familia en las carreras. Entonces, de ahí viene la pasión.

Empezaste a conducir cuando solo tenías tres años, en la moto de tu hermana, ¿es así? ¿Cuál es tu recuerdo favorito de ese período?

Bueno, yo era muy pequeño. Pero al mirar fotografías de ese período, se puede ver que lo disfruté más que cualquier otra cosa. Quería conducir a todas horas del día. ¡La única restricción era la cantidad de combustible que había en el tanque! Cuando tuve la edad suficiente para tener mis propios recuerdos, ya era muy competitivo e hice todo lo que pude para mejorar. Pero la mayoría de los mejores recuerdos que tengo están relacionados con simplemente disfrutar de la moto con mis amigos y familiares. Por ejemplo, divertirse toda la tarde en una pista pequeña.

En 2012, decides retirarte de MotoGP en la cima de tu carrera. Pero luego tu pasión te llevó a volver al deporte, con Ducati.

Sí, fue una decisión importante y no la tomé a la ligera. En ese momento, en 2009, estaba teniendo algunos problemas de salud. Luego descubrimos que era intolerante a la lactosa, por lo que no estaba absorbiendo los nutrientes que necesitaba para generar energía. Arreglamos ese problema y mi vida cambió para mejor. Pero en ese momento también entendí que hay más en la vida que solo carreras y que el éxito deportivo no lo era todo para mí. Fue una gran decisión, pero estoy muy contento. Volver a Ducati fue un desafío para mí, pero fue una decisión que tomé por pasión. Sentí que podía ayudar a Ducati a volver a la cima y quería ayudarlos a ganar carreras nuevamente. Volví a trabajar junto a personas con las que había compartido grandes éxitos y fantásticos recuerdos. Fue una gran sensación. Cuando trabajas con personas en las que confías, como yo en Ducati, desarrollas relaciones muy estrechas y puedes ver eso con los resultados en la pista. Volver a Ducati fue como volver a casa.

¿En qué se diferencia hoy Casey Stoner del Casey Stoner que pilotó la Desmosedici?

Bueno, cuando corría, incluso lo más mínimo podía marcar la diferencia. Tienes un equipo que está trabajando muy duro y una empresa detrás de ti, y esperan mucho de ti, y el más mínimo error por tu parte puede significar perder una carrera o un campeonato. Ahora puedo disfrutar trabajando con el equipo, sin las presiones que tenía antes. Estoy muy orgulloso cuando ganamos una carrera o tenemos una gran carrera, porque siento que he hecho lo mejor que he podido para darles a los pilotos el mejor equipo para desafiar. Mis valores no han cambiado realmente desde que competía, pero ahora tengo aún más energía para centrarme en lo que tenemos que hacer como equipo, que es desarrollar la moto.

Todos los fans de Ducati están muy unidos al título mundial que ganaste en 2007. ¿Tienes alguna historia divertida que contarnos sobre ese momento tan especial?

Ganar el campeonato de 2007 fue una experiencia fantástica. Después de una pequeña celebración volvimos al hotel, hicimos las maletas y nos subimos al autobús para viajar a nuestro próximo destino. El conductor decidió no tomar la autopista hacia el aeropuerto, y como yo no había comido nada, acababa de tomarme un champán para celebrarlo, esas dos horas en carreteras con mucho viento, con el estómago vacío, fueron una auténtica pesadilla. Pero mirando hacia atrás, podemos reírnos de eso ahora… Después de la última carrera en Valencia pudimos celebrarlo un poco mejor. Tuvimos un apoyo fantástico de los Ducatistas y de todos en Ducati.

Probablemente ahora tenga más oportunidades para montar en moto por puro placer. ¿Qué tipo de motero eres en tu tiempo libre?

No siento la necesidad de ir rápido, siempre existe la pista para eso. Simplemente doy vueltas o salgo de la carretera. Me encanta descubrir nuevos senderos. Finalmente puedo disfrutar de la conducción off-road como solía hacerlo; es una de las cosas que más amo. Tengo la suerte de poder probar fantásticas motos nuevas en la pista, así como conducir en la naturaleza con mis amigos.

¿Qué es lo más importante que aprendiste del motociclismo?

Bueno, aprendí mucho de la derrota: por ejemplo, aprendí a lidiar con adversarios y compañeros, lo que creo que también es útil en la vida. Antes, solía defenderme de lo que percibía como ataques, mientras que ahora he aprendido a darle la bienvenida a eso y a usarlo en mi beneficio. Racing me ayudó a comprender a diferentes tipos de personas y situaciones, a aceptar las opiniones de otras personas y a vivir mejor la vida.

Tu primogénita, Alessandra: es muy joven pero ya es una motera brillante. ¿Estás orgulloso de ella?

Sí, mi hija tiene seis años y medio y ha estado conduciendo desde que tenía tres. Pero no todos los días o incluso todas las semanas; le gusta más bailar… A veces vamos juntos y nos lo pasamos genial. No quiero obligarla a conducir solo porque yo lo hago. Creo que ella hará algo diferente en la vida, pero quiero ser yo quien le enseñe a conducir. El motociclismo siempre jugará un papel importante en nuestra familia.

¿Qué te gustaría enseñarles a tus hijos del mundo del motociclismo?

Solo quiero que les guste conducir a su manera. Es diferente para todos. Podría ser el estilo de conducción, las maravillosas emociones que sientes al ir fuera de la carretera o en la pista, ese sentido de la aventura, la velocidad o incluso el aspecto mecánico. Me gustaría que fueran a conducir juntos, pero no quiero presionarlos. ¡Veremos lo que nos depara el futuro!

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