La excelencia italiana hecha de arte e ingenio. El Renacimiento y Florencia , Ducati y el Gran Premio de Italia en Mugello: todos símbolos de excelencia que se unen en un proyecto único.
Para su carrera en casa, Ducati lleva toda la fuerza evocadora de esta conexión a la pista con una decoración especial para las motos Desmosedici GP del equipo Ducati Lenovo y sus pilotos oficiales.
En los últimos años, el Gran Premio de Italia en Mugello se ha convertido en uno de los escenarios donde Ducati expresa su identidad a través de proyectos especiales. En 2024, el Azzurro rindió homenaje al color de las selecciones nacionales italianas en el deporte, y en 2025 la narrativa evoluciona aún más, fusionando belleza e ingenio en un tributo a Florencia, cuna del Renacimiento y símbolo del genio creativo italiano.
El Renacimiento fue una época de extraordinario fervor cultural, artístico y científico que marcó la transición al mundo moderno. Nacido en Italia entre los siglos XIV y XVI y floreciendo particularmente en Florencia —cuna del movimiento y corazón vibrante de la Toscana, a pocos kilómetros del Circuito de Mugello—, devolvió al ser humano, al pensamiento crítico y a la belleza como expresión del conocimiento al centro del escenario. Fue una era que vio surgir a figuras visionarias capaces de fusionar arte, ciencia y belleza para crear un modelo de excelencia y creatividad que aún hoy inspira formas, ideas e innovación. Un espíritu que vive en el ADN de Ducati, símbolo de la excelencia italiana donde la tecnología y la belleza se fusionan en cada motocicleta.
Nacido de la colaboración entre el diseñador Aldo Drudi y el historiador Marcello Simonetta, el proyecto ha dado vida a una decoración con un fuerte valor simbólico y cultural. La inspiración proviene de dos figuras emblemáticas del Renacimiento italiano: por un lado Leonardo da Vinci, encarnación del genio universal y la armonía entre el arte y la ciencia; por el otro, Niccolò Maquiavelo, el pensador con un “lado oscuro”.
Inspirado en el famoso dibujo de Leonardo conocido como el “Capitán Antiguo”, Aldo Drudi ha reinterpretado la imagen de forma dinámica y contemporánea. Ha acentuado la inclinación de la cabeza, transformando al líder renacentista en un caballero moderno, listo para montar su centauro “motorizado”.
Aquí comienza la historia: Francesco Bagnaia (#63) y Marc Márquez (#93), dos caballeros modernos, montando uno de los símbolos más prestigiosos del deporte motor Made in Italy, listos para combinar poder e inteligencia en el desafío de la pista. Sus Desmosedici GP lucen un león y un zorro inspirados en la armadura del famoso líder de Leonardo da Vinci, representando la síntesis perfecta entre la fuerza y la astucia, tal como enseña Maquiavelo en “El Príncipe”: para vencer, se necesita tanto la fuerza del león como la astucia del zorro.
Una historia que se desarrolla entre las maravillas de Florencia. En el Museo Stibbert , un templo del coleccionismo renacentista, los pilotos del equipo Ducati Lenovo ingresan vestidos como caballeros y se transforman en guerreros modernos. Rodeados de armaduras que parecen cobrar vida, visten cascos, pecheras y guantes reinterpretados con un estilo contemporáneo: casco, traje y guantes de carrera inspirados en los motivos de la decoración especial.
Las Desmosedici GP conquistan con elegancia y respeto la majestuosidad de la Piazza della Signoria, enfrentándose a las extraordinarias obras de arte y arquitectura que las rodean, bajo la imponente sombra del David de Miguel Ángel y la solemne fachada del Palazzo Vecchio. Un homenaje a siglos de arte e historia italianos, en un encuentro donde la tecnología moderna se funde con la belleza inmortal de Florencia.
Con esta decoración especial, Ducati lleva a la pista un diálogo visual y narrativo entre pasado y presente, entre arte e ingeniería, entre el genio del Renacimiento y el ingenio contemporáneo del cual el fabricante de motocicletas es una expresión. Un tributo que da forma a la visión renacentista: combinar técnica y belleza para crear algo único, capaz de emocionar, inspirar y dejar huella… tal como lo hace Ducati con sus motocicletas.