En las motos normales el cigüeñal gira en el mismo sentido que las ruedas. Por el contrario, en MotoGP el cigüeñal contrarrotante gira en sentido contrario. Los especialistas en motores Ducati han tomado prestada esta solución técnica de los modelos de carreras por las mismas razones que se aplicaron en el mundo competitivo. De hecho, esta solución tiene ventajas relacionadas con dos aspectos de la física: el efecto giroscópico y la inercia. El cigüeñal contrarrotante permite compensar parte del efecto giroscópico que producen las ruedas durante la marcha, lo que se traduce en una mejora en el manejo y en una motocicleta más ágil en los cambios de dirección.
La segunda ventaja está relacionada con la inercia (es decir, la tendencia de un objeto a oponerse a un cambio de estado) tanto del vehículo como de las piezas giratorias del motor. Durante la aceleración, el par motor transmitido al suelo empuja al vehículo, que reacciona generando una tendencia a hacer un caballito. Debido a la inercia, el cigüeñal que gira en sentido contrario genera un par en la dirección opuesta, que por lo tanto tiende a bajar la parte delantera, reduciendo así el fenómeno del caballito, lo que también beneficia la aceleración.
Asimismo, durante las frenadas o desaceleraciones rápidas, la motocicleta experimenta una reacción que tiende al levantamiento trasero, pero el cigüeñal también sufre una desaceleración (reducción de revoluciones) y esto resulta en un par inercial en sentido contrario que contrarresta la fuerza que busca levantar. el extremo trasero. En consecuencia, tanto en aceleración como en frenada, la adopción del eje contrarrotante proporciona efectos positivos.
Evidentemente, esta disposición requiere una rueda dentada adicional, la llamada rueda loca, que es necesaria para transferir el movimiento del cigüeñal a la caja de cambios y luego a las ruedas para proporcionar la rotación correcta para el sentido de la marcha.