“Es el tipo de moto que lo hace todo bien: rendimiento, manejo, sensaciones... todo está ahí. La posición de conducción es más relajada. Casi se siente como estar dentro de la moto, no encima de ella.”

Desde los primeros metros en el circuito, Troy sintió algo diferente. La comodidad en el asiento, el equilibrio entre chasis y motor, la facilidad para maniobrar. Todo parece estar diseñado para que el piloto se sienta a gusto, incluso a altas velocidades.

“Lo que más destaca es cuánto han evolucionado las cosas. Cada año las motos mejoran, y la Panigale V4 es un gran salto adelante. La tecnología, las ayudas al piloto, la electrónica, todo ha avanzado muchísimo desde mis días de competición. Esa es la mayor diferencia: lo mucho más fácil y segura que es ahora la moto, gracias a toda la innovación que lleva integrada.”

Para alguien como Troy Bayliss, que ganó todo cuando la electrónica apenas empezaba, la comparación es inevitable. Sin embargo, hay casi asombro al ver cómo hoy la tecnología está al servicio del piloto, sin restarle protagonismo.

“La Panigale de hoy es la mejor moto que he probado nada más salir del concesionario.”

“El control de deslizamiento es interesante, cómo funciona y cómo reacciona a tu estilo de conducción. Es un delicado equilibrio entre los frenos, el freno motor y cómo la electrónica gestiona todo eso. Se siente como si hubiera un pequeño experto dentro de la moto haciendo un mejor trabajo que tú solo. Es una tecnología inteligente que realmente te ayuda a conducir mejor y con más confianza.”

Ya seas un piloto experimentado o un entusiasta de la pista, la Panigale V4 S te emocionará. No por los números en papel, sino por cómo los convierte en pura experiencia de conducción.

¿Su consejo? Sal, pruébala, vívela.